Mediateca: recomendamos el documental “No end in sight”

Estados Unidos invade Irak el 20 de marzo del año 2003. El día anterior,  George W. Bush anunciaba por TV “… en este momento, las fuerzas de coalición y las de EEUU, están comenzando las operaciones militares para desarmar a Irak, liberar a su pueblo y defender al mundo de un grave peligro”

El director, Charles Ferguson,  nos ofrece sobre la base de más de 200 horas de metraje, un recorrido cronológico  por los acontecimientos ocurridos en Irak  tras la caída de Bagdag.  La película pone de manifiesto la incompetencia, la imprudencia, la ignorancia  y la frivolidad de algunos responsables de la Administración Bush en el desarrollo de esta guerra. El film alterna imágenes de archivo con  las entrevistas a personajes  como el ex subsecretario de Estado Richard Armitage, la embajadora Barbara Bodine (a cargo de Bagdad en la primavera de 2003), Lawrence Wilkerson, ex jefe del Estado Mayor de Colin Powell, y el general Jay Garner (a cargo de la ocupación de Irak hasta mayo de 2003), así como a civiles iraquíes, soldados estadounidenses y analistas destacados.

No end in sight  afirma que fue el uso de un número de tropas insuficiente con una  orden de no intervención, lo que permitió  el posterior saqueo y la destrucción de la casi totalidad de los edificios oficiales de Bagdad. Esta circunstancia desencadenó ya en la primera semana  la ira del pueblo iraquí y su distanciamiento del ejército invasor. Responsabiliza también del deterioro de la vida civil a las decisiones de Paul Bremer de disolver el ejército iraquí y de despedir a miles de funcionarios del régimen anterior. El guión sostiene que fueron estas resoluciones las que agudizaron la violencia, incrementando la insurgencia y el enfrentamiento entre las milicias civiles, circustancias que terminaron elevando de manera exponencial la cifra de muertos.

Las consecuencias en la vida civil de aquella invasión llegan al día de hoy.

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