“En toda actuación hay que tener presentes dos cosas: el frente, donde el público va a ver el efecto pretendido y la trastienda donde se mueven los hilos”. Este es el excelente consejo que al inicio del film, Orson Welles, fielmente interpretado por Josep Maria Pou, nos cuenta que recibió del mismísimo Houdini. Pero no será éste el único consejo que encontremos, toda la película está llena de valiosísimas recomendaciones relacionadas con el mundo de la interpretación que la hacen de obligada visión para el aficionado al cine o al teatro.
Durante siete meses, los directores siguen al gran actor español en los ensayos de la representación Su seguro servidor: Orson Welles. La cámara se convierte en la sombra de Josep Maria Pou entre bambalinas; en el teatro donde ensayan; en la calle donde repite el guion ante el asombro de los viandantes y hasta en su domicilio particular. Todo ello con el objetivo de enseñar ese mágico y complicado proceso que lleva a un actor a convertirse en su personaje. El artista llena plenamente la pantalla, la película entera es él y como resultado se obtiene una magistral clase de interpretación. Al tiempo que contemplamos al detalle su espléndida actuación, Pou explica técnicas imprescindibles para figurar entre los contenidos destinados a la formación de un futuro actor.

