Pocas veces se puede presenciar un documento tan valiente, comprometido y estremecedor como el que ha elaborado el director de cine ruso Andrei Nekrasov (1958). Una denuncia en toda regla del sistema político ruso.
En la mente de cualquier persona están presente las terribles imágenes del ex agente ruso Alexander Litvinenko en su lecho de muerte, en un hospital británico, tras haber sido envenenado con Polonio 210, una sustancia radiactiva dolorosamente letal. Andrei Nekrasov era su amigo, con el que había mantenido muchas conversaciones y con el que compartía su amor por Rusia y su búsqueda de justicia. Este documental cuenta la historia de Litvinenko, desde que empezó lo que él llamó su «Rebelión» contra la corrupción del Estado, hasta su asesinato en Londres en noviembre de 2006. (Decine21)

