El sol golpea sin piedad a todos aquellos que cruzan el desierto de Sonora entre México y Estados Unidos. Además de unos pocos habitantes de la zona, los únicos que hacen la travesía son los inmigrantes indocumentados más pobres, que no tienen más remedio que tomar esta ruta extremadamente peligrosa. En su travesía son perseguidos tanto por la patrulla fronteriza oficial como por guardias autoproclamados, no oficiales. Por todos lados les acechan graves peligros.
El documental «El mar, la mar», en un viaje inmersivo a través del desierto, teje una historia desgarradora, con imágenes en 16 mm de la flora, la fauna y los objetos dejados atrás por los viajeros, junto a sus desoladores testimonios.
Rastros y restos humanos se acumulan y descomponen frente a la cámara, componiendo un paisaje estremecedor.
