Este documental realizado por Hans Joechler y Marco D. Biemann nos descubre una Noruega en su mejor momento, cuando las variables meteorológicas resultan más favorables para la filmación. El resultado es una película realmente bella e impresionante.
La cámara nos muestra paisajes primitivos, glaciares, fiordos y a los animales y plantas bajo esa luz diáfana, tan característica del Hemisferio Norte. La cálida corriente del Golfo provoca un clima templado también por encima del Círculo Polar Ártico, por lo que la agricultura y la cría de ganado son posibles en un lugar donde solo se espera encontrar terrenos completamente helados. En algunas laderas de los fiordos crecen incluso fresas, cerezas o manzanas. Solo el extremo Norte, la tundra ártica, presenta un suelo helado, pero los samis y los renos que la habitan llevan miles de años adaptándose a ella.
El documental, rodado en alta definición con una espléndida fotografía, cautivará sin duda a los amantes de la Naturaleza. Y teniendo en cuenta los momentos que vivimos, pensamos que un viaje virtual a Noruega puede interesar a todos los espectadores.