«Lo que el pulpo me enseñó», película ganadora de la edición del año 2021 del #LabMeCrazy! Science Film Festival de la Universidad de Navarra, en la especialidad de Mejor Documental.
Un documental de naturaleza sorprendente. Porque no se focaliza en el mundo submarino en general, ni siquiera en una especie particular, los pulpos, sino en un pulpo concreto, y en la especial conexión que se establece con Craig Foster, un documentalista que atraviesa una crisis personal de la que se nos ofrecen pocos detalles. El hecho es que Foster está cansado de su trabajo, apático en lo relativo al mundo que le rodea y a su familia, y que se ha refugiado en una casa pegada al mar en Sudáfrica, donde practica a diario el submarinismo. Buceando a diario, se fija en un pulpo en particular, y empezará a seguirlo todos los días, lo que le permite conocerle muy bien, aquello presentimos que puede ser el comienzo de una hermosa amistad.
Pippa Ehrlich y James Reed dirigen el film a petición de Foster, que habla a cámara o ejerce de narrador en las escenas bajo el mar, explicando su experiencia, una especial comunión con la naturaleza y con ese animal solitario en concreto. Lograr socializar con él puede ser también el regreso de Foster con sus congéneres y, de modo especial, con su hijo que podría seguir la vocación de biólogo marino.
A priori podría creer que un documental centrado en un solo pulpo no va a ofrecer imágenes muy llamativas. Pero enseguida advertirá el espectador que se equivoca. Porque hay emoción y ternura cuando persona y animal se aproximan, y sorpresa ante las habilidades del pulpo para camuflarse y disfrazarse, para cazar a un cangrejo, o para enfrentarse con un tiburón pijama. Ver al pulpo salir del agua o jugar con los peces son algunas de las deliciosas imágenes que nos depara un documental decididamente diferente. (Decine21)